Hernia Discal Cervical


¿Qué es una Hernia Discal Cervical?



Se llama hernia discal cervical al desplazamiento del contenido discal, el núcleo pulposo, fuera de los límites del anillo fibroso , un potente ligamento que mantiene confinado el disco intervertebral en su interior para que puede ejercer su función como amortiguador entre las vértebras.


Si el desplazamiento es lateral con frecuencia provocará la compresión de la raíz que se traducirá en dolor severo e intenso que se irradia por el brazo, y si la compresión es central, provocará una alteración en el funcionamiento de la médula espinal.


Sin embargo, la situación más frecuentes es la de una hernia discal asintomática que provoca a medio plazo una alteración en la estática cervical, perdiendo la curva lordótica estable y provocando un cuadro complejo de dolor cervical, cefalea, mareos e inestabilidad etc,
Síntomas habituales

Síntomas de la Hernia Discal Cervical


Cuando el ligamento que contiene el material discal se debilita y degenera, habitualmente en relación con una actividad laboral desfavorable ( gestos repetidos de extensión cervical, levantamiento de peso etc), un gesto banal puede permitir la herniación del disco intervertebral. Afortunadamente, la mayoría de los casos es mínimamente sintomático y suele pasar desapercibido.

La irritación de una raíz nerviosa por un disco herniado provoca dolor severo con un patrón de distribución característico. Si la afectación de la raíz es mayor, ésta puede funcionar de forma anormal - radiculopatía cervical -, presentando alteraciones en la sensibilidad, y en los casos más graves, pérdida de fuerza.

Cuando la médula espinal es comprimida, puede aparecer un conjunto de signos y síntomas que se denomina mielopatía cervical, que pueden afectar a sensibilidad y fuerza tanto a brazos y piernas, como al control de esfínteres etc. y que, por la mínima capacidad de regeneración médular, puede provocar lesiones y pérdidas de función irreversibles.


En otras ocasiones se produce un cuadro mixto de compresión tanto de la raíz nerviosa como de la médula, mieloradiculopatía, presentando síntomas en intensidad variable de los 2 procesos anteriores.
Cómo se diagnostica

Diagnóstico de Hernia Discal Cervical


Tras recoger la información del paciente, es fundamental una exploración que determine el actitud y grado de movilidad cervical, y desde el punto de vista neurológico, el grado de afectación de las raíces y de la medula espinal.

La prueba de imagen fundamental es una Resonancia Magnética cervical (RMN), para evaluar el estado de los discos, edema en los platillos vertebrales, altura de las vértebras, volumen del ligamento amarillo, cambios degenerativos de las articulaciones, tamaño de los forámenes de salida de las raíces nerviosas y grado de estreches o estenosis. Permitirá evaluar el grado de extrusión del disco (protusión discal, hernia discal contenida, hernia discal extruida, existencia de fragmento migrado) y la localización exacta ( extraforaminal, foraminal, central). En los casos más graves, la existencia de una señal anormal intramedular advertirá del daño medular.

Es importante completar el estudio con unas radiografías de la región cervical en posiciones forzadas de flexión y extensión ( Rx dinámicas).

Mediante la realización de test neurofisiológicos puede cuantificarse el grado de disfunción de las raíces ( EMG, electromiograma) y de la médula (PEES, potenciales evocados sensitivos y motores).
Opciones de tratamiento

Tratamiento de la Hernia Discal Cervical



Las claves
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