
¿Qué se espera de esta intervención?
Es un procedimiento destructivo, sin ingreso hospitalario, para el tratamiento del dolor lumbar crónico que tiene su origen en la lesión de los platillos vertebrales.
La destrucción térmica de los nervios basivertebrales interrumpe la transmisión del dolor lumbar, que diferencia de otros nervios, tiene muy escasa capacidad de regeneración, por lo que la resolución del dolor es prolongada en el tiempo
¿En qué consiste la intervención?
Bajo anestesia local y control radioscópico se procede a destruir mediante una aguja especial que se calienta en su extremo hasta 80ºC , los nervios basivertebrales, que transmiten la sensibilidad dolorosa de los platillos vertebrales lumbares.
Generalmente esta técnica destructiva se realiza tras confirmar mediante discografía qué vértebras son las responsables del dolor. Debe realizarse en las vértebras en las que los cambios Modic I ó II en la Resonancia lumbar, sugieran que pueden ser el origen del dolor
El procedimiento se realiza en 1 hora aproximadamente, dependiendo del número de nervios a destruir.
¿Cuándo está indicado este tratamiento?
La indicación es el dolor lumbar crónico en pacientes que:
- presentan lumbalgia de más de 6 meses de evolución
- que no responde a los tratamientos conservadores prescritos
- adecuación de las medidas de higiene postural,
- plan de potenciación y reequilibrio muscular
- técnicas de fisioterapia
- confirmado mediante discografía provocativa que los platillos vertebrales son el origen del dolor.
Cuidados postintervención
Tras un breve periodo de observación, se explora de nuevo al paciente para determinar el resultado, y se procede al alta, recomendando reposo relativo durante 3-4 horas
Una vez interrumpida la transmisión del dolor, si la indicación y la técnica son correctas, se espera la resolución del dolor lumbar, que habitualmente tarda 7-10 días en ser evidente. En estos días debe mantener medicación habitual y tratamiento sintomático ( calor , masaje suave, etc)
Tras la primera revisión en consultas a las 2-3 semanas se planteará el plan de trabajo de recuperación muscular con las técnicas de rehabilitación y ejercicio dirigido para fortalecer y equilibrar la musculatura lumbar.


Las claves
para un buen tratamiento

Un diagnóstico preciso
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