Objetivo: vida plena
La mielopatía cervical es un cuadro clínico causado por la compresión de la médula espinal en el canal espinal, en este caso a nivel cervical.
Esta compresión puede ser aguda y de rápida instauración, por ejemplo, en el caso de un traumatismo, o de una hernia discal masiva, etc.
Pero la causa más frecuente de lesión medular en nuestro medio es la mielopatía cervicoartrósica, de presentación lenta e insidiosa, debido fundamentalmente a una estrechez progresiva del canal espinal en un proceso patológico multifactorial , provocada por:
Otras causas menos frecuentes de mielopatia son:
Dado el riesgo de lesión medular irreversible, es fundamental identificar precozmente los síntomas en las fases iniciales. Cuanto más precoz sea el diagnóstico, más fácil será evitar su progresión y reducirá el riesgo de secuelas irreversibles.
Los síntomas más frecuentes son:
Los retrasos en el diagnóstico se explican por diversos factores:
En sus fases iniciales, los procesos degenerativos que finalmente desembocan en la mielopatia cervicoartrosica, es posible implementar medidas de higiene postural y de ejercicio para estabilizar la columna cervical, retrasar el proceso degenerativo y por tanto frenar y evitar el agravamiento de los daños medulares.
Una vez presentada en cualquiera de sus variantes clínicas los síntomas propios del sufrimiento medular quizá sea posible enlentecer y frenar la progresión si se adoptan medidas de higiene postural, se evitan gestos repetidos de extensión cervical y se protege la dinámica cervical con una buena estructura muscular
La opción de inyecciones epidurales con corticoides o con concentrado de factores de crecimiento plaquetarios (PRP) es un tratamiento eficaz en las fases iniciales para frenar la progresión, y asociado al resto de medidas, intentar estabilizar el proceso degenerativo antes de que surjan lesiones neurológicas.
Evidentemente, retrasar el tratamiento de una mielopatia cervical solo facilita la progresión del daño medular y reduce la posibilidad de recuperación funcional
Cuanto más retrase la liberación quirúrgica mayor riesgo de sufrir lesiones irreversibles.
En el caso de lesiones agudas, por ejemplo, una mielopatía en el contexto de una hernia discal masiva, la severidad de la sintomatología motivará una rápida intervención.
En el caso de la. mielopatía cervicartrósica, una caída o un accidente en el contexto de un gesto brusco de hiperextensión cervical, puede provocar una lesión que se expresa de forma característica con pérdida de fuerza, sensibilidad e incluso afectación en el control vesical, el denominado síndrome centromedular,, con diferente grado de afectación neurológica y pronostico variable en cuanto a recuperación funcional, precisando en muy pocas ocasiones la necesidad de una intervención quirúrgica en la fase aguda.
La descompresión quirúrgica es la única forma de liberar la médula espinal. La elección de la técnica ideal depende en cada paciente, debiendo valorar fundamentalmente:
En función de estos parámetros se planteará el abordaje quirúrgico más adecuado para cada paciente.
Las primeras semanas de convalecencia en su domicilio precisa:
En función de cada caso se programará en las revisiones posteriores el plan de recuperación mas adecuado, que habitualmente implica:
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