Ciática o dolor ciático


Ciática o dolor del nervio ciático

El nervio ciático es el mayor y más largo nervio de nuestro cuerpo y se extiende desde la zoma lumbar hasta los pies. 

Tiene su origen en las raíces lumbares bajas y sacras (L4, L5, S1, S2 y S3), que una vez emergen de la columna vertebral se entremezclan en el plexo lumbosacro, siendo el nervio ciático la mayor de sus divisiones, sale de la pelvis y por bajo de los músculos glúteos desciende por la parte posterior del muslo.

A través del él se recogen todos los tipos de sensibilidad y se transmiten todas órdenes, motoras y vegetativas a las piernas.

Las causas más habituales de dolor radicular ciático son:

Síntomas habituales

Síntomas del dolor ciático

  • dolor especialmente irritante por su origen nervioso, agudo y urente, que modifica en función de posturas o actvidades determinadas
  • presenta una extensión y distribución característica descendiendo por el glúteo y las piernas, y sobrepasando de forma habitual la rodilla,
  • asocia alteraciones en la sensbiidad, como hormigueos (parestesias), áreas de sensibilidad disminuida (hipoestesia) o áreas de sensaciones anormales y desagradables (disestesias)

más información

Cómo se diagnostica

Diagnóstico del dolor ciático

La orientación diagnóstica se establece mediante la información proporcionada por el paciente, en este caso, dolor en la pierna, que habitualmente asocia, que puede alcanzar hasta los dedos de los pies y que aumenta con determinadas actos ( tos, estornudos ) o posturas ( gestos en flexión o extensión etc).

La exploración física, aporta datos básicos que orientan a su origen y gravedad:

  • asociación de otros síntomas, especialmente lumbalgia.
  • modificación del dolor con los gestos que incrementan la presión intradiscal, o al contrario, con los gestos que permiten el alivio de la estenosis subarticular o foraminal.
  • influencia de las posturas
  • grado de tensión del nervio (maniobras de elongación)
  • grado de lesión de nervio, en función del estado de los reflejos, sensibilidad y potencia muscular

En la mayoría de los pacientes, es posible iniciar directamente el tratamiento más adecuado sin necesidad de exploraciones complementarias.

Cuando son necesarias, es básico disponer de :

Resonancia Magnética Nuclear ( RMN), aporta información para evaluar grado de deshidratación y de pérdida de altura de los discos intervertenrales, existencia o no de fisuras en el anillo fibroso, grado de desplazamiento discal, protusión, hernia discal contenida o extruída, etc, grado de estenosis central, subarticular o foraminal, por hipertrofia ósea o ligamentosa, existencia de espondilolistesis, existencia de fracturas vertebrales u tras lesiones, en resumen, identificar todas las posibles causas de compresión de una raíz lumbar, para intentar correlacionarlas con el dolor ciático del paciente.

Rx lumbares AP y lateral y dinámicas, para evaluar grado de movilidad lumbar y descartar inestabilidad o listesis asociadas.

Cuando la evolución no favorable se mantiene varias semanas, puede ser útil la realización de estudios neurofisiológicos, especialmente un Electromiografía (EMG) que permite confirmar la estructura anatómica afectada, cuantificar el grado de lesión y ofrecer un control evolutivo.

Opciones de tratamiento

Tratamiento del dolor ciático


Aunque los episodios de dolor ciático en general son autolimitados, de curso benigno, y de  recuperación completa, no prestarles atención, no corregir los factores predisponentes y no aplicar medidas correctoras puede favorecer el agravamiento o cronificación de la ciática.

En el caso de origen no espinal de la ciática, por síndrome piramidal o en el caso de ciática del embarazo, las opciones de tratamiento son específicas de cada proceso


Tratamiento conservador del dolor ciático

se basa en:

  • Reposo relativo, alternando periodos de descanso en cama en posición antiálgica con periodos cortos de actividad, especialmente paseos cortos, y evitando los gestos que incrementan el dolor, por ejemplo las flexiones de tronco o permanecer sentado de forma prolongada.
  • Fármacos, analgésicos, antiinflamatorios  y relajantes musculares. Si persiste unas semanas o es de intensidad severa, hay que valorar  la introducción de neuromoduladores y pautas cortas de corticoides.
  • Programa de fisioterapia, con estiramientos, terapia manual, tracciones, acupuntura etc
  • Inyecciones de fármacos sobre la raíz afectada (corticoides, ozono, factores de crecimiento de plaquetas)

Tratamiento quirúrgico del dolor ciático

debe tomarse en consideración si presenta:

  • dolor severo e incapacitante que no responde a los tratamientos prescritos.
  • dolor persistente, que una vez superados los 2-3 meses de tratamiento sigue limitando  la calidad de vida del paciente.
  • déficit neurológico motor fundamentalmente o en algunos casos sensitivo, que no mejora o  que tiende a empeorar.

Una vez decidia la necesidad de una intervención para resolver la compresión de la raíz responsable del dolor ciático, existen diversas opciones en función tanto del origen del dolor como de las necesidades de cada paciente: