Mielopatía cervical: ¿Cuándo debo operarme?
Objetivo: vida plena
¿Qué es la mielopatía cervical?
La mielopatía cervical es un cuadro clínico causado por la compresión de la médula espinal en el canal espinal, en este caso a nivel cervical.
Esta compresión puede ser aguda y de rápida instauración, por ejemplo, en el caso de un traumatismo, o de una hernia discal masiva, etc.
Pero la causa más frecuente de lesión medular en nuestro medio es la mielopatía cervicoartrósica, de presentación lenta e insidiosa, debido fundamentalmente a una estrechez progresiva del canal espinal en un proceso patológico multifactorial , provocada por:
- abombamiento discal
- crecimiento de osteofitos
- espondilolistesis degenerativa
- hipertrofia de ligamentos amarillos
- calcificacion de ligamento vertebral común anterior
- canal espinal congénitamente estrecho
Otras causas menos frecuentes de mielopatia son:
- Tumores, especialmente meníngiomas y schwanomas
- Artritis reumatoide
¿Cúales son los síntomas habituales?
Dado el riesgo de lesión medular irreversible, es fundamental identificar precozmente los síntomas en las fases iniciales. Cuanto más precoz sea el diagnóstico, más fácil será evitar su progresión y reducirá el riesgo de secuelas irreversibles.
Los síntomas más frecuentes son:
- sensación de entumecimiento de las manos
- torpeza, especialmente evidente por la dificultad para realizar movimientos finos o por la caída frecuente de objetos de las manos
- rigidez en las piernas
- dificultad en el control del equilibrio
- pérdida en el control vesical
- rigidez cervical y reducción del rango de movilidad..
Los retrasos en el diagnóstico se explican por diversos factores:
- La sintomatología leve e intermitente en las fases iniciales suele asimilarse al deterioro propio del envejecimiento.
- El ritmo de empeoramiento es variable, con patrones de evolución en el tiempo distintos de un paciente a otro.
- La sintomatología no es específica aunque su aparición o empeoramiento con los gestos de extensión es un signo de alerta que no puede pasar desapercibido ( por ejemplo, sentir hormigueos en brazos y/o piernas al extender el cuello en un lavacabezas en la peluquería).
- El dolor NO es un síntoma habitual. La ausencia de dolor probablemente orienta a pensar en posibles diagnósticos diferentes a la mielopatia cervical
¿Es posible evitar la la mielopatia cervical?
En sus fases iniciales, los procesos degenerativos que finalmente desembocan en la mielopatia cervicoartrosica, es posible implementar medidas de higiene postural y de ejercicio para estabilizar la columna cervical, retrasar el proceso degenerativo y por tanto frenar y evitar el agravamiento de los daños medulares.
¿Qué opciones de tratamiento conservador existen?
Una vez presentada en cualquiera de sus variantes clínicas los síntomas propios del sufrimiento medular quizá sea posible enlentecer y frenar la progresión si se adoptan medidas de higiene postural, se evitan gestos repetidos de extensión cervical y se protege la dinámica cervical con una buena estructura muscular
La opción de inyecciones epidurales con corticoides o con concentrado de factores de crecimiento plaquetarios (PRP) es un tratamiento eficaz en las fases iniciales para frenar la progresión, y asociado al resto de medidas, intentar estabilizar el proceso degenerativo antes de que surjan lesiones neurológicas.
¿Cuáles son los riesgos si retraso la intervención?
Evidentemente, retrasar el tratamiento de una mielopatia cervical solo facilita la progresión del daño medular y reduce la posibilidad de recuperación funcional
Cuanto más retrase la liberación quirúrgica mayor riesgo de sufrir lesiones irreversibles.
¿Puede convertirse en una Urgencia?
En el caso de lesiones agudas, por ejemplo, una mielopatía en el contexto de una hernia discal masiva, la severidad de la sintomatología motivará una rápida intervención.
En el caso de la. mielopatía cervicartrósica, una caída o un accidente en el contexto de un gesto brusco de hiperextensión cervical, puede provocar una lesión que se expresa de forma característica con pérdida de fuerza, sensibilidad e incluso afectación en el control vesical, el denominado síndrome centromedular,, con diferente grado de afectación neurológica y pronostico variable en cuanto a recuperación funcional, precisando en muy pocas ocasiones la necesidad de una intervención quirúrgica en la fase aguda.
¿Qué tipos de intervención pueden realizarse?
La descompresión quirúrgica es la única forma de liberar la médula espinal. La elección de la técnica ideal depende en cada paciente, debiendo valorar fundamentalmente:
- la severidad del daño medular
- la localización de la compresión:
- anterior ( por hernia discal y/o osteofito),
- posterior ( por hipertrofia de ligamento amarillo, de las facetas articulares, quiste sinovial )
- mixta
- extensión de la zona de compresión. Una compresión localizada o difusa obliga a técnicas distintas.
- del mantenimiento de la lordosis cervical fisiológica o al contrario, de la existencia de una cifosis.
En función de estos parámetros se planteará el abordaje quirúrgico más adecuado para cada paciente.
- Discectomía cervical anterior y fusión
- Corpectomía cervical
- Laminoplastia cervical
- Laminectomía cervical
- Foraminotomía cervical posterior
- Descompresión cervical posterior asociado a una fusión vertebral
Recomendaciones tras la intervención
Las primeras semanas de convalecencia en su domicilio precisa:
- Cura diaria de la herida quirúrgica. Es fundamental mantenerla bien seca (unos segundos de secador con aire frío tras la ducha) y pincelarla con un antiséptico habitual. Y cubrirla con un apósito. Habitualmente la sutura intradérmica se retira en la primera revisión en consultas.
- Mantener la medicación prescrita: analgésicos, antiniflamatorios, relajantes musculares, heparina de bajo peso molecular, etc
- Ajustar la actividad a su situación de convalecencia
- No debe levantar pesos ni realizar gestos forzados con el cuello
- No debe conducir hasta que sea evaluado por su médico.
- Las recomendaciones habituales en cuanto a actividad son evitar el dolor mediante ciclos de reposo en cama, paseos alternando con estar sentado y estáticamente en pie, y finalmente unos minutos de reposo en cama para iniciar nuevamente el ciclo de actividad.
- Intente evitar la tendencia a la cifosis cervical, especialmente al beber y al levantar los brazos por encima delplano de los hombros
- El uso de collar cervical, no es generalizado y sólo sea reserva para determinados intervenciones (corpectomías amplias) o en pacientes con circunstancias especiales (mala calidad del hueso del paciente, etc)..
En función de cada caso se programará en las revisiones posteriores el plan de recuperación mas adecuado, que habitualmente implica:
- plan de recuperación neurológica, de los déficits motores y de las alteraciones del equilibrio para intentar recuperar rápidamente la máxima autonomía posible
- modificar sus hábitos para reducir el riesgo de nuevas lesiones
- introducir un plan específico de ejercito para potenciar la estabilidad cervical y corregir la tendencia a la cifosis cervical.
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