No es extraño que tras realizar una Resonancia de la espalda nos llevemos la sorpresa al leer en el informe radiológico los términos «disco degenerado», «disco deshidratado» o «disco negro», que inducen rápidamente a la preocupación por el posible grado de deterioro de nuestros discos lumbares
Son conceptos radiológicos que no tiene porqué tener una correlación clínica directa, pero:
La deshidratación del disco es el mecanismo de envejecimiento y degradación natural.
Es por ello que No todos los discos negros o deshidratados que se describen en una Resonancia Magnética tienen significación patológica, ni producen dolor.
Se produce por el deterioro de las células que mantienen la matriz hidrofílica del núcleo pulposo y la tensión y elasticidad de las fibras del anillo fibroso.
Provocado bien por una lesión aguda o por una sobrecarga funcional crónica del anillo fibroso o de los platillos vertebrales, se inicia una cascada bioquímica de degradación progresiva en el que se desequilibra la correcta nutrición del disco intervertebral, perdiendo la capacidad para absorber agua por la noche y alterando la proporción de las fibras elásticas.
Tus genes pueden influir en las posibilidades de supervivencia de tus discos, pero la influencia de los factores externos es determinante.
Corregir los factores implicados en la sobrecarga mecánica del disco es el primer paso para implementar las medidas adecuadas y evitar el deterioro, el dolor y la reducción en la calidad de vida. Posteriormente, un adecuado plan de entrenamiento físico para potenciar toda la estructura muscular será fundamental para mantener la integridad discal.
Una adecuada evaluación de sus síntomas y una correcta exploración proporcionará la información básica del problema subyacente.
La realización de una resonancia magnética lumbar es fundamental para evaluar el grado de degradación del disco intervertebral (escala de Pfirrmann) y de los platillos vertebrales ( cambios tipo Modic), así como el estado de la musculatura lumbar, de las facetas articulares y del grado de estenosis, etc.
Si existen dudas diagnósticas, la discografía provocativa es el único procedimiento diagnóstico, que realizado de forma estricta, aporta información sobre el origen discal del dolor, por irritación del anillo fibroso o por irritación de los platillos vertebrales, y habitualmente se complementa con la realización de un TAC centrado sobre el disco inyectado.
Evalúa las imágenes sagitales en T2 de la RMN lumbar en función de 3 parámetros: intensidad en la señal del del disco, distinción entre anillos fibroso y. material discal y mantenimiento o no de la altura del espacio intervertebral.
Uniformemente hiperintenso, similar a la intensidad del LCR
Clara diferenciación entre las fibras del anillo fibroso internas y externas en la parte posterior
Altura discal conservada
Hipertenso, pero no uniformemente. Aparece una banda central de menor intensidad
Clara diferenciación entre las fibras del anillo fibroso internas y externas en la parte posterior
Altura discal conservada
Disco negro ( menor intensidad que la grasa presacra)
Difícil diferenciación entre las fibras del anillo fibroso internas y externas en la parte posterior
Altura discal conservada
Disco negro y heterogéneo
Es posible diferenciar aún anillo fibroso del contenido discal.
Altura discal disminuida
Disco negro sin distinción entra anillo fibroso y material discal.
Espacio discal colapsado.
La escala de Pfirrman modificada subclasifica en función de la severidad del colapso discal: menor del 30%, entre 30-60% o mayor del 60%
Si a pesar de todas las medidas protectoras y la modificación de hábitos, sigue sufriendo episodios de dolor lumbar o dolor ciático cada vez más frecuentes e intensos, indicación que no se está resolviendo el problema, podemos ofrecerte una ayuda para frenar el proceso degenerativo y recuperar una vida activa sin dolor.
Si el grado de destrucción del disco no es severo es posible intentar recuperar el correcto funcionamiento mediante técnicas regeneradoras como la inyección con PRP asociado o no a precursores de células madre mesenquímales de origen adiposo abdominal o de cresta ilíaca.
Ambas son técnicas que se realizan sin ingreso hospitalario y con resultado altamente satisfactorio en los paciente adecuadamente seleccionados.
Si el grado de colapso del disco es severo, la posibilidad de mejoria persistente con los tratamientos regeneradores es escasa.
La realización de una intervención es posiblemente la última opción de tratamiento:
Sólo un especialista en Cirugía de Columna puede determinar y ofrecer la mejor evaluación de tu degeneración discal, sea incipiente o moderada-severa, y plantear el tratamiento adecuado para maximizar las expectativas de recuperación. Cuanto antes seas consciente de tu problema y de las opciones para resolverlo, con más garantías avanzará hacia su resolución.
Contacta con nosotros para programar una cita con el Dr Jose Navarro y obtener la más amplia información y las opciones de tratamiento adecuadas a su caso.